Consumir carne de pollo tiene beneficios para el cuerpo humano. Desde los más conocidos hasta aquellos datos reveladores, te los explicamos en las siguientes líneas de este artículo.
Una de las facetas mejor conocidas sobre el pollo es que tiene un bajo índice calórico. De hecho, muchos nutricionistas la recomiendan en casos donde se persigue la pérdida de peso. (Más información sobre este tema en nuestro artículo del blog “¿Puedo comer pollo asado si estoy a dieta?”).
De todas formas, cada parte del pollo tiene una concentración de grasas distinta. La que menos contiene es la pechuga.
También se emplea como base en dietas en las que se busca el aumento de la masa muscular, donde el consumo de proteína es clave. El pollo aporta proteínas que son muy asimilables para personas de todas las edades y estados (incluidos el embarazo y la lactancia).
Otra característica favorecedora es que la carne de pollo ayuda a mejorar el estado de la piel. Esto se debe a su contenido de vitamina B2 que logra reparar la piel seca. ¿Dónde hay mayor aglutinación de esta vitamina? En el hígado de pollo.
Pero quizá te sorprenda saber que no solo es buena para el estado físico sino también para la mente. De acuerdo con algunos estudios, el pollo contiene niacina, una vitamina involucrada en distintos procesos naturales del cuerpo que se ha visto relacionada con la prevención del Alzheimer.
Según los datos contrastados, las habilidades cognitivas que se pierden con esta enfermedad pueden contrarrestarse con niacina, que está presente en el pollo.
¿Cuáles de estas ventajas sobre consumir carne de pollo conocías y cuáles has aprendido hoy?
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