¿Crees que el asador de pollos que tienes en propiedad ya ha dado todo lo que podía? Entonces quizá es el momento de un cambio.
Pero antes de apresurarte a tirarlo y comprar toda la maquinaria de nuevo, ¿te has preguntado si es necesario? Mediante este artículo te contamos en qué debes fijarte para tomar la decisión, y los pros y contras de cada una de las opciones.
Antes de sustituirlo, te recomendamos que te asegures de que todos los componentes están limpios. ¿Por qué decimos esto? Porque a veces el funcionamiento comienza a verse comprometido por culpa de la grasa que se queda incrustada entre los componentes.
(Nota: En nuestro artículo “Cómo hacer que mi asador de pollos dure más” encontrarás toda la información que necesitas relativa a su limpieza.)
No obstante, si ese punto está descartado, es el momento de ir al origen del fallo. ¿Qué es lo que se ha deteriorado? ¿Y qué razones pueden haber causado el estropicio? Cuando hayas contestado a estas preguntas, sabrás mejor qué solución es la adecuada.
Sin embargo, hay un par de factores que debes analizar:
- Presupuesto. Mientras que sustituir la maquinaria completa es una inversión muy grande, la compra de recambios puede conseguir los resultados óptimos a un precio mucho más bajo.
- Medioambiente. Cada vez queda más palpable la necesidad de reducir al máximo los desechos. Ya se acabó la idea consumista de sustituir a toda costa. Es mejor reparar y cambiar solo aquello que sea imprescindible si pensamos en nuestro planeta.
Además, si se desea que la inversión sea efectiva, debe apostarse por materias primas de calidad.
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