Para todo aquel que se dedica a la cocina y/o vende alimentos siempre tiene un gran enemigo en la limpieza: la grasa. Sin duda, un asador de pollos se caracteriza por ser un lugar donde van cayendo los jugos internos del pollo. Además, con el paso del tiempo, al estar expuesto al calor continuo, va requemándose.
Pero no te preocupes. Existen maneras de limpiar el asador de pollos sin morir en el intento. Y esto es importante porque si no se hace, el exceso de grasa puede llegar hasta modificar el sabor del pollo. A continuación te damos algunas claves principales.
Si quieres tener éxito en esta misión sigue paso a paso las siguientes recomendaciones:
- Inmediatamente después de haber usado las espadas del asador, dejarlas abiertas para facilitar su extracción y que la grasa no actúe como un sellador.
- Jamás utilices un paño húmedo y agua para intentar quitar la grasa. Desgastarás tus dedos y no conseguirás buenos resultados.
- En su lugar, emplea un desengrasante y después de espolvorear déjalo actuar un buen rato. Según las indicaciones del fabricante deberás variar el tiempo de espera.
- Tras ese paso, la grasa quedará líquida y será el momento de retirarla con agua caliente.
Ten en cuenta que los accesorios del asador de pollos tienen un ciclo de vida. Si están desgastados o corroídos, la limpieza no será tan efectiva y costará mucho más. Además que es peligroso para la integridad de los alimentos.
Por ello, si te encuentras en esa situación contacta con un proveedor de accesorios para la hostelería.
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